Cuando se trata de darle un toque único y encantador a los espacios de casa, la pintura a la tiza es, sin lugar a dudas, una elección muy popular entre los amantes del diseño de interiores. Como su propio nombre indica, se trata de un tipo de pintura fabricada con tiza o, en algunos casos, yeso y un agregado de agua que debe su fama a lo sencillo que es aplicarla y lograr un buen resultado, dado que, una vez finalizado el trabajo, es parecida a su homóloga acrílica en acabado mate.
Qué se puede pintar con pintura a la tiza
Si por algo es conocida la pintura a la tiza es por su versatilidad y facilidad de uso. Además de a paredes, este producto puede utilizarse como una forma de revitalizar no sólo las superficies (techos y tabiques) de una vivienda, sino a infinidad de elementos más. Destacamos los siguientes:
- Muebles de madera. Es ideal para renovar y transformar muebles antiguos o desgastados, desde sillas hasta mesas o cualquier otro elemento del hogar que necesite una mano de pintura.
- Marcos de fotos. Se puede lograr dar un toque creativo a fotos y obras de arte colocándolas en marcos pintados con pintura a la tiza.
- Macetas y jarrones. Transformar macetas de terracota o jarrones de vidrio comunes en piezas decorativas únicas es muy sencillo con un toque de pintura a la tiza.
- Puertas y marcos de ventanas. Aplicando este producto se puede cambiar el aspecto de las puertas interiores o exteriores y los marcos de las ventanas, haciendo que estos resulten más sugerentes y menos aburridos.
- Tablones de madera. Una buena forma de cambiar el aspecto de una habitación es colgar algunos listones de madera en ella y pintarlos en una escala de colores concreta. La textura de la madera, combinada con una gama cromática sugerente, logrará dar un toque de renovado y moderno al espacio.
- Accesorios para el hogar. Al igual que comentábamos con los jarrones y macetas, pintar accesorios decorativos como candelabros, espejos y bandejas es una alternativa a tener en cuenta.
- Juguetes y muebles para niños. La pintura a la tiza es una excelente opción para darle nueva vida a los muebles y juguetes infantiles. Se puede conseguir un ambiente divertido y colorido para las habitaciones de los niños.
7 ideas de colores de pintura a la tiza
Blanco roto: elegancia y serenidad
El blanco roto es una elección clásica que nunca pasa de moda. Este tono suave y cálido crea una sensación de amplitud y luminosidad, haciéndolo ideal para espacios más pequeños o áreas con luz natural limitada (no en vano, es uno de los colores tradicionalmente elegidos para hacer que un baño parezca más grande). Combina perfectamente con muebles de madera natural o accesorios en tonos tierra, creando una estética atemporal y relajada. Además, una pared blanca se convierte en el lienzo perfecto que utilizar para colocar en ella todo aquello que queramos destacar y poner en valor.
Gris pizarra: modernidad con un toque vintage
Se trata de una opción moderna que conserva un toque de inconfundible nostalgia. Este color versátil se adapta a una variedad de estilos de decoración, desde lo contemporáneo hasta lo vintage. Se puede combinar con detalles metálicos y muebles de estilo industrial para generar un ambiente moderno y elegante.
Azul vintage: encanto del pasado en las paredes
Este color suave y apagado crea una atmósfera acogedora y relajante. Combinado con muebles de madera desgastada y detalles decorativos vintage lograra generar un aspecto cohesivo que capture la esencia de la nostalgia. Además, resulta ideal para aplicar sobre él, en tonalidades blancas o crema, cenefas y o pequeños rosetones.
Verde salvia: frescura y vitalidad
Sin duda, una opción refrescante que aporta vitalidad y calma a cualquier habitación. Precisamente por ello, debería ser una alternativa a considerar para cualquiera que esté barajando ideas para redecorar su piso de alquiler. Combinarlo con textiles en tonos neutros y accesorios de madera redundará en lograr una atmósfera equilibrada y armoniosa.
Rosa empolvado: dulzura y sofisticación
Lo más atrevidos podrán elegir dar un toque de feminidad y elegancia a algunas de sus paredes utilizando este color que añade calidez y encanto a cualquier habitación. Una forma original de emplearlo es, sobre un fondo blanco, pintar un cuadrado amplio de rosa en el que se ubicarán las estanterías, cuadros y demás elementos colgados. Así se centrará la atención de la mirada en un lienzo creativo y diferente.
Amarillo mostaza: energía y optimismo
El amarillo mostaza es una elección audaz que infunde vitalidad a tus espacios. Ideal para áreas donde se persigue añadir un toque de alegría. Combinado con muebles en tonos neutros y accesorios en colores cálidos genera un ambiente vibrante y acogedor, pero también es una buena opción para dotar de luminosidad a espacios estrechos, como los pasillos.
Gris azulado: seriedad con un toque de calidez
Se trata de una opción elegante y acogedor que, a la vez, dota de calma a los espacios. Es, por tanto, perfecto para crear un ambiente tranquilo y sofisticado. Junto con muebles de líneas limpias y accesorios en tonos tierra genera una imagen moderna y, a la vez, cálida.
Qué barniz se usa para la pintura a la tiza
Cuando se trabaja con pintura a la tiza, es habitual aplicar un sellador o barniz para proteger la superficie, proporcionando durabilidad y resistencia, además de un cierto grado de estanqueidad. A continuación, enumeramos algunas opciones de selladores o barnices que son compatibles con la pintura a la tiza:
- Cera. La cera es una alternativa más popular para para el caso de muebles. Se aplica con un trapo suave o un cepillo y se trabaja en la superficie para proporcionar una capa protectora. Además, puede venir en diferentes colores para realzar el tono de la pintura.
- Sellador de poliuretano a base de agua. Son ideales para proteger la pintura a la tiza en proyectos de interior (paredes y techos). Proporcionan una capa duradera y transparente que protege contra el desgaste y las manchas. Además, tienden a secar más rápido y tener menos olor en comparación con otro tipo de selladores.
- Barniz de poliacrílico. Son resistentes al agua y proporcionan una capa transparente de protección. Son adecuados para proyectos interiores y exteriores.
- Barniz de látex. Se pueden aplicar con brochas o rodillos y proporcionan una capa transparente que protege la pintura y facilita la limpieza.
- Barniz en aerosol. Son más adecuados para proyectos más pequeños o para aquellos con detalles intrincados. Vienen en diferentes acabados (satinado, mate o brillante) y proporcionan una final capa uniforme.
Como es evidente, es importante seguir las instrucciones del fabricante tanto de la pintura a la tiza como del barniz se elija. Algunos fabricantes de pintura productos recomiendan emplear un tipo específico de sellador para obtener los mejores resultados. Además, siempre es aconsejable probarlo en una pequeña área antes de aplicarlo completamente para estar seguros de que no cause cambios poco satisfactorios en el color o la textura de la pintura.
Consejos prácticos para pintar con tiza
- Preparación adecuada. Es necesario, previamente, preparar las paredes adecuadamente. Para ello, deben lijarse las superficies y, en ocasiones, conviene aplicar una una capa de imprimación.
- Selección de la pintura. Como en todo, en la pintura a la tiza también existen productos de mejor y peor calidad. Aunque más caros, siempre es aconsejable no escatimar en la inversión para evitar contratiempos y malos resultados.
- Experimentar con muestras. Antes de decantarse por un color, es inteligente realizar muestras en pequeñas secciones para asegurarse de que el tono sea el adecuado.
- Capas finas. Aplicar la pintura en capas finas asegurará lograr un acabado más suave y duradero.
- Sellado final. Como acabamos de decir, se debe considerar la posibilidad de sellar el proyecto con una cera o sellador para proteger y prolongar la vida de la pintura