Si te han alquilado un piso que está sucio desde el primer día, puedes tomar varias medidas para reclamar tus derechos como inquilino. Aunque la Ley de Arrendamientos Urbanos no especifica explícitamente que un piso deba entregarse limpio, es una norma no escrita que los inmuebles se entreguen en condiciones óptimas de habitabilidad, lo cual incluye un estado de limpieza adecuado.
- Qué dice la ley
- Qué hacer si el piso que te han alquilado está sucio desde el primer día
- Revisar el contrato de alquiler
- Documentar el estado del inmueble
- Comunica el problema al propietario
- Qué hacer si no se llega a un acuerdo
- ¿Puede el propietario descontar el coste de la limpieza de la fianza?
- Plagas y otros problemas derivados de la suciedad
- Responsabilidades compartidas durante el alquiler
Qué dice la ley
Como decimos, la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU), que regula el alquiler de viviendas en España, establece que el arrendador debe entregar el inmueble en condiciones de habitabilidad. Esto implica que el piso debe estar apto para ser habitado, lo que incluye aspectos como el estado de las instalaciones, reparaciones y, de forma implícita, la limpieza básica del mismo.
El problema, precisamente, es ése, que la ley no menciona de manera explícita que el piso deba entregarse limpio. Sin embargo, con dificultad podremos considerar que se puedan entender como habitable un inmueble que se encuentre sucio o en el que la falta de higiene pueda facilitar la proliferación de insectos o roedores.
Qué hacer si el piso que te han alquilado está sucio desde el primer día
Revisar el contrato de alquiler
Lógicamente, lo primero que debes hacer es consultar tu contrato de alquiler. En muchos casos, al igual que se exige que, a la salida del arrendatario, el inmueble haya sido convenientemente limpiado, también se especifica en las partes iniciales del documento que el piso se entrega limpio y en condiciones adecuada de habitabilidad.
Sin embargo, como decimos, esto no es algo que se incluya, per se, en todos los acuerdos de arrendamiento. Pero, incluso en el caso de que algunos algunos contratos no mencionen explícitamente la limpieza, se espera que el piso esté en buenas condiciones para ser habitado. Como ya hemos explicado, ésta es una norma tácita que deriva del deber del propietario de mantener la vivienda en condiciones de habitabilidad, según lo indicado en la Ley de Arrendamientos Urbanos.
Documentar el estado del inmueble
Las fotografías y los vídeos serán, de cara a demostrar un deficiente estado del inmueble, tus mejores aliados. Por lo tanto, tan pronto como recibas el piso, es fundamental documentar su estado. Toma fotos o vídeos de las zonas sucias o con problemas de mantenimiento. Estos documentos serán esenciales en caso de una futura reclamación o disputa legal. Incluso, a la salida del piso, te vendrán bien para justificar que estás dejando el mismo en similares (o mejores) condiciones de en las que te fue entregado.
Además, si tu contrato incluye un inventario (un listado detallado del mobiliario y enseres incluidos en el arrendamiento), revisa que coincida con lo que encontraste en el piso. Si algo está en peor estado de lo que se describe, deberías notificarlo al propietario cuanto antes.
Comunica el problema al propietario
Recuerda que es esencial comunicarte de manera formal con el arrendador para que quede constancia de tu queja. La mejor forma es a través de un correo electrónico o mensajes de texto, explicando claramente el estado del piso y solicitando una solución. También se puede recurrir a formas de comunicación que impliquen acuse de recibo, como un burofax
En muchos casos, si el propietario es una persona razonable, podría optar por realizar la limpieza o, en su defecto, ofrecerte una compensación económica para que contrates un servicio profesional. Si logras un acuerdo, es importante que quede por escrito.
Qué hacer si no se llega a un acuerdo
Lamentablemente, no siempre se consigue tener éxito mediante la vía del diálogo. Así pues, si el propietario no responde favorablemente, la mediación es una herramienta útil para resolver conflictos sin recurrir a un juicio. Este proceso permite que ambas partes negocien de manera justa. Lo que se hará en estos casos es recurrir a un tercero imparcial que pueda servir de elemento de juicio y valorar cuál puede ser la solución que más adecuada. Ésta puede ser una de las ventajas de alquilar a través de inmobiliaria.
Si la mediación no es posible o fracasa, se pueden considerar acciones legales. Como inquilino, tienes derecho a un piso en condiciones de habitabilidad, y si esto no se cumple, puedes reclamar los gastos de limpieza o incluso solicitar una compensación. De hecho, que un piso no sea habitable por estar excesivamente sucio, puede dar pie a la ruptura del contrato sin enfrentar penalizaciones por parte del inquilino.
¿Puede el propietario descontar el coste de la limpieza de la fianza?
Al finalizar el contrato, la fianza debe devolverse íntegra si el piso se entrega en las mismas condiciones en que se recibió. Si el piso ya estaba sucio al inicio del contrato, el propietario no tiene derecho a descontar nada de la fianza por ese concepto.
Precisamente por eso, como hemos dicho anteriormente, es vital hacer un registro fotográfico del estado del piso en el momento de recibirlo. Así pues, si documentaste adecuadamente el estado inicial del inmueble, podrás utilizar estas pruebas para evitar que el propietario realice descuentos injustos.
Plagas y otros problemas derivados de la suciedad
Si la suciedad inicial del piso es tan grave que ha provocado la aparición de plagas, el propietario es responsable de las tareas de fumigación. Estas labores se consideran parte de su obligación de garantizar un ambiente habitable. En el caso extremo de que las plagas existieran antes de tu llegada, es el arrendador quien debe cubrir los gastos de desinfección.
Sin embargo, en el caso radicalmente opuesto, es decir, si las plagas surgen por falta de limpieza durante tu estancia, lógicamente, serás tú el responsable de asumir los gastos e, incluso, verte impelido por el propietario a abandonar la vivienda en caso de que no se ponga solución al problema.
Responsabilidades compartidas durante el alquiler
Por último, hemos de recordar que, aunque el propietario tiene la obligación de entregar el piso en condiciones habitables, tú como inquilino también tienes la responsabilidad de mantenerlo en buenas condiciones. Esto incluye realizar las pequeñas reparaciones y mantener la limpieza básica del inmueble.
La Ley de Arrendamientos Urbanos estipula que el inquilino debe hacerse cargo de las reparaciones menores causadas por el uso diario del inmueble, mientras que el propietario se encargará de las reparaciones estructurales o mayores ya que éstas entran dentro de sus responsabilidades como propietario del piso o casa.