El cambio de las ventanas de una vivienda, sobre todo si esta es de alquiler, suele abordarse exclusivamente cuando una se ha roto. En estos casos, casi siempre, la única preocupación es saber quién debe pagar esa reparación, si el arrendador o el arrendatario. Sin embargo, se trata de una inversión que, llevada a cabo por buenos profesionales, garantiza una sustancial mejora en el confort y las prestaciones de la vivienda.
Cuánto cuesta cambiar las ventanas y de qué depende el presupuesto
Tener unas ventanas de calidad es esencial, ya que funcionan como aislantes térmicos y acústicos. Además, al ser los elementos del cerramiento donde se produce una rotura de la continuidad (cambia el tipo de material y el sistema constructivo es diferente al del resto del exterior de la vivienda), son especialmente delicados, ya que en las juntas suele producirse aquello que denominamos puente térmico (fallas en el aislamiento que derivan en una filtraciones de frío o calor entre interior y exterior).
Por ello, sobre todo si se trata de elementos con varios años a sus espaldas, muchas personas consideran prioritario cambiarlas lo antes posible. Y, como decimos, será siempre una buena idea hacerlo, eso sí, sabiendo que el coste será considerable aunque varía según la calidad de los materiales y la mano de obra.
No obstante, como idea general, podemos decir que el precio de reemplazo de las ventanas de una casa oscila entre los 700 y 4.500 euros, dependiendo del número y las características de las mismas. Para un piso promedio (90 metros cuadrados), suele situarse alrededor de los 2.200 euros. Además, los gastos de mano de obra varían según el instalador, pero suelen rondar entre los 100 y 200 euros por unidad.
Ten en cuenta también que existen toda una serie de deducciones y subvenciones para cambiar ventanas a las que puedes aplicar. Con ellas es posible ahorrar hasta un 40%.
Variables a tener en cuenta
El gasto asociado a reemplazar las ventanas de una vivienda está determinado principalmente por cinco variables:
- Material de los marcos. Representa el 80 % del precio total de la ventana. Los principales materiales son aluminio, madera y PVC.
- Tipo de cristal. Constituye aproximadamente el 15 % del importe de sustitución de la ventana. Cuanto más complejo sea el tipo de vidrio, mayor será su precio.
- Tipo de apertura. Las ventanas pueden ser fijas, correderas, abatibles, pivotantes, de guillotina… Representa el 5 % del costo total de la ventana y, evidentemente, aumentará conforme aumente la sofisticación del mecanismo de apertura.
- Mano de obra. El precio varía según el proveedor (por ejemplo, una empresa de reformas o una carpintería) y las tarifas aplicadas.
- Número y tamaño de las ventanas a reemplazar.
¿Hace falta obra para cambiar una ventana?
La respuesta a esta pregunta, lamentablemente, no puede ser única, ya que depende de muchos factores como el tipo de ventana existente, el diseño y tamaño de la nueva a instalar o las condiciones particulares de la estructura de la vivienda.
No obstante, diremos que, en muchos casos, el reemplazo puede realizarse sin necesidad de realizar obra mayor. Esta situación suele darse cuando la nueva ventana tiene dimensiones y características similares a la existente y, por tanto, se adapta fácilmente al espacio disponible. En estos casos, el proceso de cambio implica, simplemente, quitar la pieza antigua y colocar la nueva en su lugar, asegurándose de que esté correctamente sellada y nivelada.
Sin embargo, en ciertos casos, puede ser necesario realizar ajustes en la composición de la pared para poder instalar la nueva ventana de manera adecuada. Por ejemplo, si la nueva ventana es de un tamaño diferente al de la ventana existente, podría requerir la ampliación o reducción del hueco en la pared para que encaje correctamente. Esto puede implicar trabajos de albañilería para modificar el tamaño del hueco y asegurar un ajuste preciso para la nueva ventana.
Es importante matizar que, aunque el tamaño de la hoja sea el mismo, debido al tipo de anclaje o apertura del nuevo modelo, las dimensiones totales del de la nueva ventana pueden ser mayores o menores.
Además, dependiendo del tipo de ventana que se esté instalando, podrían ser necesarios otros tipos de trabajos, como la instalación de refuerzos estructurales para soportar el peso de la nueva ventana, o la sustitución o ajuste del marco de la ventana para garantizar un buen sellado y aislamiento térmico.
Cuánto se tarda en cambiar las ventanas
Una vez más, la respuesta no puede ser única ya que, en base a lo dicho anteriormente, si los trabajos no son los mismos, el tiempo asociado a ellos tampoco lo será.
En general, el proceso de cambiar una única ventana suele llevar unas pocas horas, desde la extracción de la ventana antigua hasta la instalación y sellado de la nueva. Sin embargo, si se trata de cambiar múltiples ventanas o si se requieren trabajos adicionales, como ajustes en la estructura de la pared, el proceso prolongarse durante varios días.
Aun así, podemos afirmar que rara es la ocasión en que el cambio de todas las ventanas de una vivienda toma más de una semana de trabajo completa.
¿Merece la pena cambiar las ventanas?
La respuesta, casi siempre, va a ser afirmativa, ya que el cambio de las ventanas tiene asociados, siempre, los siguientes beneficios:
- Ahorro energético. Las ventanas nuevas, especialmente aquellas con tecnología de doble o triple acristalamiento y rotura de puente térmico, pueden mejorar significativamente la eficiencia energética del hogar. Esto significa que la casa retendrá mejor el calor en invierno y el frescor en verano, lo que puede traducirse en menores gastos de calefacción y refrigeración a lo largo del tiempo. Por ejemplo, tener un buen sistema de ventanas es uno de los requisitos esenciales para poder calentar una casa sin necesidad de conectar la calefacción.
- Confort. Pueden ayudar a reducir la entrada de ruido exterior, lo que mejora el confort acústico del hogar. Además, si las ventanas actuales están deterioradas o tienen fugas de aire, el cambio a nuevas eliminará corrientes de aire y mejorará el confort térmico en el interior de la casa.
- Estética. Casi siempre que se sustituyen las ventanas se logra una mejora en la apariencia estética del hogar tanto pr dentro como por fuera.
- Valoración de la propiedad. La instalación de ventanas nuevas y eficientes energéticamente aumenta el valor de la vivienda. Los compradores potenciales suelen valorar las mejoras que reducen los costos de mantenimiento y aumentan la eficiencia energética de una vivienda.