En la actualidad, muchas personas, sobre todo jóvenes, comparten un piso de alquiler con inquilinos e inquilinas que pueden o no conocer. Sea cual sea su relación, es muy importante dividir y gestionar bien los gastos para garantizar una convivencia óptima. Pero ¿cómo dividir las facturas en un piso de alquiler compartido?
Cuánto paga cada uno: consejos para gestionar los gastos en un piso compartido
Lo lógico es que los gastos del piso se dividan de forma igualitaria, ¡pero ojalá fuera tan sencillo como eso! En la teoría es muy evidente, pero en la práctica es donde podremos garantizar que los gastos se paguen de forma puntual e igualitaria. Para ello, aquí van cinco consejos para gestionar los gastos en un piso compartido.
Decidid cómo se van a dividir las facturas
Por lo general, los compañeros de piso pagan los gastos del mismo de forma equitativa: si son dos personas, cada una paga la mitad; si son tres, cada una paga un tercio, y así sucesivamente. Sin embargo, si una persona tiene una habitación o un armario más grande, no es raro que se le inste a pagar un poco más por gozar de más espacio.
Dependiendo de cómo se utilice el piso, se puede optar por dividir los costes de los suministros a partes iguales o que cada persona pague una parte proporcional a lo que utiliza. Por ejemplo, que una persona con una habitación más grande pague más, o que una persona que apenas está en el piso y utiliza muy poco la electricidad o la ducha pague menos que otra que trabaje desde casa.
También se puede aplicar a algunas mejoras opcionales, como servicios de suscripción. Si sólo una persona quiere suscribirse a HBO, por ejemplo, puede pagarla ella, pero si quieren hacerlo varias, pueden dividir el precio de esa suscripción para pagar a partes iguales. Sin embargo, en la práctica es mejor ser justos y, si no hay una diferencia notable en el uso del espacio o de los suministros, no entrar en peleas innecesarias.
Conoced la política del propietario
Si hay dos o más personas en el contrato de arrendamiento, la responsabilidad legal de cada inquilino es, generalmente, conjunta e individual. Es decir: si tu compañero de cuarto no paga el alquiler, probablemente tú debas encargarte de pagar su parte, independientemente del motivo. Conoced esa política antes de actuar y estableced unas normas claras.
Preguntad al propietario si tiene un sistema de pago en línea
Algunos propietarios cuentan con sistemas de pago en línea en los que cada inquilino puede pagar su parte. Esto facilita mucho el proceso, ya que nadie tiene que preocuparse por lidiar con los cheques mensuales. Si esta no es una opción, habrá que coordinar los pagos con los compañeros de piso.
Firmad un acuerdo por escrito
Siempre es mejor tenerlo todo por escrito para que no haya malentendidos una vez que se toma una decisión. Por eso, firmar un acuerdo por escrito es la mejor opción para que todas las partes puedan consultarlo en caso de desacuerdo. Este escrito también puede incluir las consecuencias de incumplir los términos del mismo. Puede haber cierto margen para los pagos atrasados, pero debe indicarse en el acuerdo.
Cómo gestionar los gastos en un piso compartido
Existen múltiples formas de gestionar los gastos en un piso compartido de manera que todas las partes estén de acuerdo a la hora de pagar su parte.
Una opción es hacer un bote común con dinero en efectivo. Una persona se encarga de afrontar los gastos comunes y luego, éstos se dividen entre todos los compañeros de piso y cada cual introduce su parte en el bote común. Lo malo es que, si hay un compañero que no paga religiosamente sus gastos y hay que ir persuguiéndole para que pague, no es la opción más cómoda.
También existe la posibilidad de crear una cuenta conjunta para gastos comunes. En dicha cuenta, todos los compañeros de piso ingresan una cantidad mensual destinada a gastos comunes; en el caso de no agotarse, se puede acumular para el mes siguiente, y así sucesivamente. Otra posibilidad es turnarse para hacerse cargo de los gastos, aunque esta opción es mucho más engorrosa.
Sin embargo, existe una última opción que está muy de moda: utilizar aplicaciones para gestionar los gastos comunes.
Apps para compartir gastos en un piso
Algunas aplicaciones facilitan la coordinación del pago del alquiler y otros suministros con los compañeros de piso. Estas son algunas apps para compartir gastos en un piso de alquiler.
Splitwise
Esta la utilizo yo y va muy bien para gestionar los gastos comunes en un piso de alquiler. Al igual que la anterior, permite crear grupos con los usuarios que quieras para anotar todos los gastos y dividirlos según su naturaleza.
La app calcula de forma automática cuánto dinero debe cada usuario y a quién, además que ofrece información sobre presupuestos y permite enviar recordatorios a quienes tienen un pago pendiente.
Tricount
Tricount es una aplicación orientada a realizar reembolsos y saldar deudas fácilmente. Puedes crear, sincronizar y compartir tus cuentas con tus amigos. De hecho, podrán añadir sus gastos y hacer los reembolsos ellos mismos.
Settle Up
Settle Up funciona como una calculadora inteligente que permite dividir los pagos de cualquier situación. Settle up registra un perfil por cada uno de los amigos e irá anotando los pagos que hace cada uno.
Splid
Splid es una aplicación muy eficiente a la hora de compartir gastos, sin generar roces por quien aportó el dinero o no. Lo único que solicita la aplicación es cargar cada gasto indicando quien puso el dinero en ese momento e indicar entre los usuarios que se deberá repartir.
Además, si dentro del grupo uno le pide dinero a otro, también se puede registrar poniendo a ambos como participantes sin involucrar al resto del grupo.
Cómo cambiar el titular de los suministros
Entre las obligaciones del inquilino en lo que a gastos se refiere, éste está obligado a pagar los suministros de la vivienda aunque sea el propietario el encargado de darlos de alta. Al firmar el contrato de alquiler, es importante que el arrendatario cambie los suministros a su nombre para evitar futuros problemas.
En el caso de la luz o el gas, el cambio de titular de la luz o el gas natural lo puede hacer cualquier comercializadora y es tan sencillo como llamar por teléfono y aportar la siguiente documentación:
- Los datos del titular del suministro.
- Los datos del nuevo titular.
- La dirección de la vivienda.
- La potencia contratada.
- El CUPS (Código Universal del Punto de Suministro).
- La cuenta bancaria a la que se domicilian las facturas.
En ocasiones, la comercializadora también puede solicitar una autorización firmada del antiguo titular del contrato. Todo este trámite es completamente gratuito y se hace patente en un plazo de entre 15 y 20 días.
¿Merece la pena que lo gestione el arrendador?
Puede que el casero se ofrezca a pagar los suministros pero, tal y como figura en el artículo 20 de la Ley de Arrendamientos Urbanos:
Artículo 20 de la LAU – Gastos generales y de servicios individuales
Los gastos por servicios con que cuente la finca arrendada que se individualicen mediante aparatos contadores serán en todo caso de cuenta del arrendatario.
Esto significa que el inquilino paga todos los suministros que pueden medirse con contadores individuales, como el agua, la luz, el gas, el teléfono o la conexión a Internet. Por lo tanto, si el arrendador decidiera dejar de pagar estos suministros y en el contrato de alquiler no se especificara lo contrario, el inquilino no podría reclamar nada. Por ello, es mejor dividir los gastos tal y como figura en la Ley de Arrendamientos Urbanos para evitar posibles problemas a largo plazo.