El acceso a la vivienda se ha vuelto un problema creciente en muchas ciudades, lo que ha llevado a algunas personas a buscar soluciones alternativas, como alquilar trasteros o sótanos para vivir. Si bien puede parecer una opción económica o temporalmente viable, la pregunta central que surge es: ¿es legal vivir en un trastero o sótano? La respuesta es, en la mayoría de los casos, no.
¿Es legal vivir en un trastero o sótano?
En principio, los trasteros y sótanos, al igual que los bajos comerciales, no están diseñados ni habilitados como viviendas, por lo que alquilarlos para este fin, lógicamente, suele ser ilegal. La normativa urbanística y de habitabilidad de cada municipio establece los requisitos que deben cumplir las viviendas para ser consideradas como tales. Entre otros, estos requisitos incluyen aspectos como la ventilación, iluminación, acceso a agua potable, electricidad, condiciones de seguridad y salubridad.
La Cédula de Habitabilidad es un documento clave en este sentido. Este certificado verifica que un espacio cumple con las condiciones mínimas necesarias para ser habitado. Por lo tanto, sin él, un trastero o sótano no puede ser considerado una vivienda legal, lo que implica que alquilarlo para tal fin está fuera de la ley.
Qué pasa si se alquila un trastero como vivienda sin papeles: ¿de cuánto es la multa?
Como es lógico, el hecho de alquilar un trastero o sótano como vivienda sin los permisos adecuados puede acarrear graves sanciones. En España, como acabamos de explicar, este tipo de alquileres está considerado ilegal en la mayoría de los casos ya que estos espacios no suelen reunir las condiciones de salubridad u habitabilidad que requiere un ámbito para ser considerado como vivienda. Así pues, tanto el arrendador como el arrendatario que sean partícipes de un contrato de un trastero se exponen a multas significativas.
Dado que la normativa municipal es la encargada de regular estos aspectos, puede variar entre diferentes localidades. Sin embargo, en muchos casos, alquilar un espacio no habitable para residencia se considera una infracción urbanística. Según la gravedad del caso y la jurisdicción, las multas pueden oscilar entre los 6.000 y los 30.000 euros. Este importe puede incrementarse si se comprueba que las condiciones del lugar representan un peligro para la salud o la seguridad de los ocupantes.
El alquiler de trasteros como vivienda también puede acarrear sanciones adicionales si se constata que el lugar no cumple con los estándares de salubridad, lo que podría derivar en el desalojo inmediato de los inquilinos y la clausura del local; pongamos por caso, por ejemplo, que haya presencia de roedores o una plaga de cucarachas.
En el caso del arrendatario, aunque la responsabilidad principal recae sobre el propietario, vivir en un lugar no autorizado para vivienda también puede implicar sanciones para la persona que lo ocupa, especialmente si ésta estaba al tanto de la ilegalidad del acuerdo.
¿Qué sucede si las autoridades descubren este tipo de alquileres?
Generalmente, lo primero que hacen es realizar una inspección del lugar para verificar que efectivamente no cumple con las condiciones de habitabilidad. Si se confirma, además de la multa, el espacio puede ser clausurado y los inquilinos podrían verse obligados a abandonarlo inmediatamente.
En algunos casos, se da un margen de tiempo para que los ocupantes encuentren una vivienda alternativa, pero en situaciones extremas, el desalojo puede ser inmediato, sobre todo si se determina que las condiciones de vida en el trastero representan un riesgo para la salud o la integridad de las personas.
Cómo denunciar un alquiler ilegal
Si se tiene la sospecha de que un trastero, sótano o cualquier otro espacio no habilitado está siendo alquilado como vivienda, es posible denunciarlo ante las autoridades competentes. Recordemos que este tipo de prácticas no solo son ilegales, sino que también pueden poner en peligro a quienes las aceptan.
Para denunciar un alquiler ilegal, es recomendable seguir los siguientes pasos:
- Contactar con la administración local. Las denuncias de alquileres ilegales se presentan generalmente ante el ayuntamiento o la oficina de urbanismo de la localidad correspondiente. Allí se pueden hacer inspecciones para comprobar si el inmueble cumple con la normativa.
- Recopilar pruebas. Si se conoces de primera mano este tipo de alquiler se está llevando a cabo, es recomendable recopilar pruebas, como fotos, vídeos o testimonios que puedan respaldar la denuncia.
- Denunciar de forma anónima. Dado que, en determinados casos, puede ser aconsejable no involucrarse directamente, es posible realizar una denuncia anónima. Muchas ciudades cuentan con mecanismos para denunciar infracciones urbanísticas sin revelar la identidad del denunciante.
- Acudir a una asociación de inquilinos. El arrendatario de un trastero o sótano ilegal que sienta que ha sido víctima de un abuso por parte del arrendador, puede buscar asesoría legal en asociaciones de inquilinos que defienden los derechos de los arrendatarios y le ayudarán a gestionar una denuncia.
Es necesario insistir en que el alquiler ilegal es un problema que afecta tanto a la legislación como a la seguridad de las personas, por lo que, al denunciar este tipo de prácticas, se contribuye a proteger los derechos de los inquilinos y a evitar situaciones peligrosas para quienes buscan una vivienda asequible. No olvidemos que, en muchas ocasiones, quien recurre a este tipo de arrendamientos (más económicos) suelen ser personas en situación de vulnerabilidad o riesgo de exclusión social.
Qué hace falta para que un trastero pueda alquilarse legalmente
Los requisitos para transformar un trastero en una vivienda legal son estrictos y difieren muchos de los necesarios para alquilarlo como siempre almacén.
Obtener la Cédula de Habitabilidad
El primer paso es asegurarse de que el espacio cumple con las condiciones mínimas de habitabilidad establecidas por la normativa local. Para ello, se debe obtener una Cédula de Habitabilidad, documento que certifica que el inmueble es adecuado para ser utilizado como residencia y exige que el espacio tenga, entre otras cosas, ventilación adecuada, iluminación natural suficiente, acceso a agua potable, instalaciones eléctricas seguras y una superficie mínima para cada persona que habite el lugar.
Adecuación del espacio
Además de obtener la cédula, es necesario que el trastero o sótano cumpla con otras exigencias como:
- Altura mínima del techo. Los techos deben tener una altura mínima de entre 2,50 y 2,70 metros, dependiendo de la normativa de cada comunidad autónoma o municipio.
- Ventilación y luz natural. El espacio debe contar con ventanas que permitan la entrada de luz natural y una adecuada ventilación.
- Acceso a servicios básicos. Es indispensable que el inmueble cuente con acceso a agua potable, electricidad y saneamiento. Si no existen estos servicios, el espacio no podrá ser utilizado como vivienda.
Licencia de uso residencial
Finalmente, es posible que, además de cumplir con los requisitos anteriores, sea necesario tramitar una licencia específica que permita cambiar el uso del trastero o sótano a uso residencial. Este trámite suele realizarse en el ayuntamiento y está sujeto a una serie de inspecciones, permisos y tasas.