Cómo calcular el alquiler máximo que puedes permitirte

Los precios del alquiler cada vez son más elevados, y hay que ser consciente de cuánto puedes pagar según tu salario.

alquiler máximo que puedes permitirte
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Encontrar la casa o el piso de alquiler de nuestros sueños siempre ha sido una hazaña bastante complicada. Si encima le sumamos los actuales precios, astronómicos en la mayoría de los casos, la cosa se pone todavía más cuesta arriba. En ese sentido, y más allá de los típicos trucos de Idealista, existe un buen método para afinar la búsqueda que consiste en establecer cuál es el alquiler máximo que uno puede permitirse.

De esta manera conseguiremos dos cosas:

  • Descartaremos automáticamente esos pisos que se van de precio («no, gracias»).
  • Tendremos el control total de nuestra economía. Nos guste o no, hay que evitar que el alquiler se coma nuestra capacidad de ahorro.

A fin de cuentas, seguro que te ha pasado alguna vez: has encontrado un piso que te ha enamorado completamente y que cumple con todos los puntos de la checklist del alquiler pero su precio es más caro del que tenías pensado pagar. ¿Cómo saber si realmente puedes permitírtelo? ¿Es sensato hacer el esfuerzo extra? ¿O es mejor marcar un límite X y no saltárselo?

Qué es una fórmula de solvencia y cómo se aplica

A la hora de decidir el alquiler máximo que podemos permitirnos es habitual tomar el salario o los ingresos mensuales y a partir de ahí ver si el importe del alquiler encaja o no. Lógicamente es decisión de cada uno decidir qué porcentaje de los ingresos se destinan al alquiler, pero no está de más emplear las matemáticas para estar seguros de que no gastamos más de la cuenta.

En ese sentido, la fórmula o ratio de solvencia nos ayudará a calcular cuánto podemos permitirnos de alquiler, funcionando como un pequeño análisis de nuestra situación financiera. Este tipo de fórmulas relacionan todo el conjunto de bienes o ganancias con las deudas y obligaciones, en otras palabras ingresos y gastos.

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Los expertos financieros suelen establecer varias fórmulas de solvencia que pueden ayudarte a calcular cuál es el alquiler máximo que debes pagar para así evitar problemas en tu economía futura. Nosotros hemos seleccionado las dos que consideramos más útiles: la regla del 30% y el límite de las cuarenta veces.

La regla del 30%

La medida más aceptada por cualquier persona que tenga experiencia en el ámbito del ahorro y la economía es la del 30%. Consiste, tal y como su nombre indica, en asegurarse de que el precio del alquiler nunca supere el 30% de las ganancias de una persona de forma individual.

También hay algunos que incluyen en esta cuenta los gastos fijos del mes. Es decir, si tenemos por ejemplo un salario de 1500 euros al mes, y unos gastos fijos (exceptuando la vivienda, claro) de 300 euros al mes, nos quedaríamos con 1200 euros, y un 30% de esto serían 360 euros. Ahí tenemos la supuesta cifra que no deberíamos superar en el pago del alquiler.

¿Es esto realista si tenemos en cuenta la situación actual del precio del alquiler? Probablemente en la mayoría de las ciudades grandes o capitales de provincia no lo sea. En estos casos, si queremos ser fieles a la regla del 30%, no nos quedará más remedio que aplicar la fórmula de otra manera, por ejemplo compartiendo piso con nuestra pareja o alquilando una habitación.

Así, si estamos cobrando 1200 euros al mes, podríamos alquilar una habitación de hasta 400 euros. O, en caso de que nuestra pareja también cobre esos 1200 euros, podríais permitiros pagar un alquiler de hasta 800 euros (1200 + 1200 = 2400 euros).

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Igualmente, hay otros factores que se deben tener en cuenta, como el hecho de que pagar un poco más de alquiler podría hacernos ahorrar en otros gastos fijos mensuales. Por ejemplo, si alquilas un piso cerca de tu trabajo, aunque este sea más caro que otro más alejado, te ahorrarás dinero en transporte público. Lo mismo que si tu futuro piso de alquiler tiene incluido en el precio, por ejemplo, la factura del agua.

Como curiosidad, cabe mencionar que este límite del 30% viene así estipulado a raíz de la Enmienda Brooke, una ampliación de la Ley de Vivienda de Estados Unidos que define, desde 1981, que el 30% de los ingresos de los inquilinos es el límite de la asequibilidad de una vivienda pública de alquiler. Actualmente, este mismo 30% se usa como una convención en los países desarrollados, si bien en España cerca de la mitad de los inquilinos ya supera ese porcentaje.

El límite de las cuarenta veces

Otra forma de hacer un cálculo para saber cuál es el alquiler máximo que nos podemos permitir es con el límite de las cuarenta veces, que dice que nuestro salario anual debe ser como mínimo cuarenta veces superior al gasto anual de alquiler.

Entonces, poniendo como ejemplo que alguien cobre 1500 euros al mes o 18000 euros al año, no debería dedicar más de 450 euros al alquiler (18000/40). Como ves, se trata de una regla un pelín más estricta que la del 30%, por lo que es probable que te resulte más difícil de aplicar. La parte positiva es que te permitirá mantener un perfil de ahorro altamente conservador.

Tanto la regla del 30% como la del límite de las cuarenta veces no son de cálculo obligatorio, pero sí una referencia que podemos tener en cuenta para saber si nos estamos pasando con el precio que teníamos pensado pagar. Dada la situación socioeconómica de España, es habitual que los gastos fijos (alquiler y facturas de suministros) lleguen al 50% de los ingresos, pero más allá de este umbral… cuidado.

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