Cómo lidiar con un compañero de piso conflictivo y cómo echarlo

Suciedad, desorden, falta de privacidad, fiestas y ruido en casa… Vivir en un piso compartido con otros estudiantes puede traerte algún que otro dolor de cabeza.

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Compartir piso con desconocidos no es nada raro, y menos teniendo en cuenta el precio de los alquileres, pero convivir con otras personas que no conoces tanto puede ser causa de roces, discusiones y mal ambiente. Y cuando estos roces llegan demasiado lejos, es hora de actuar: ¿cómo echar a un compañero de piso conflictivo?

Principales problemas de convivencia en un piso compartido

A la hora de compartir piso con desconocidos, hay algunos escenarios que son más propicios para que aparezcan tiranteces. Estos son los más comunes.

La suciedad, el desorden y el reparto de tareas

Esta es clásica. Cada persona es un mundo y en cada mundo hay un tipo de orden, pero cuando tu compañero de piso vive entre cajas de pizza y platos sucios… Esto puede ocasionar muchos problemas de convivencia. De hecho, es el motivo más frecuente de disputa entre compañeros de piso.

En estos casos, sólo hay dos soluciones posibles: insistir a tu compañero para que limpie lo que ensucia y mantenga la casa en un estado aceptable o adaptarte a la porquería. Y si lo que hay es una repartición de tareas que no se cumple, es mucho peor. Al fin y al cabo, tus compañeros ya tienen padres que los deben educar y no somos mayordomos de nadie.

La falta de privacidad

Algunos compañeros de piso creen que, por el mero hecho de compartir casa, pueden entrar y salir de las habitaciones como les plazca, abriendo puertas sin llamar, molestando durante el teletrabajo o las llamadas, interrumpiendo el tiempo de ocio y, en general, presumiendo de una confianza excesiva. Este también es un motivo común de broncas entre compañeros de piso.

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La discoteca casera

A lo mejor tu compañero de piso no invade tu privacidad, pero siempre está presente: pone la tele a todo trapo, la música a todo volumen e incluso se pone a cantar o a hablar a gritos. Algo irritable que acaba por afectar a la convivencia.

El mal rollo

Lo dicho: cada persona es un mundo y tiene sus propias manías, hábitos, costumbres y personalidad. Esto puede causar tiranteces entre compañeros de piso, y si además ninguno quiere ceder ni un poquito, el mal rollo acaba siendo palpable.

El derroche en los gastos comunes

Seguro que alguna vez has llegado a casa y te has encontrado todas las luces encendidas, o has discutido con tu compañero de piso porque deja el grifo abierto mientras se lava los dientes. Derroches que no sólo son malos para el medio ambiente, sino también para el bolsillo.

El dinero siempre acaba siendo motivo de disputa entre familiares, amigos, parejas y, por supuesto, compañeros de piso.

Robar comida a escondidas

Si cada inquilino tiene su propia comida y alguna vez notas que falta algo en tu despensa o nevera, ya sabes lo que pasa: te la están quitando. El compi piensa que nadie se dará cuenta y empieza a robar comida poco a poco, pero sí que se nota y, de hecho, es uno de los motivos más comunes de disputa entre compañeros de piso.

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Overbooking en el piso

Llegas del trabajo o del gimnasio con ganas de tirarte en el sofá a ver la tele, o irte a tu cuarto a relajarte… Y te encuentras a todos los amigos de tu compi de piso de fiesta en el salón. Y esta es una constante día sí, día también: todos los días hay fiesta, cenas, comidas, trabajos en grupo…

Algunos inquilinos no soportan que su piso siempre esté lleno de gente, y esto ocasiona disputas con sus compañeros de piso.

Cómo echar a un compañero de piso conflictivo

Si los problemas con tu compañero de piso van más allá de los típicos roces de la convivencia, es importante que sepas que, a nivel legal, cuando decides compartir piso y alquilar una habitación puedes incluir en el contrato de alquiler una serie de normas de convivencia.

Existen algunos supuestos que permiten acabar con la relación arrendaticia a nivel legal. Así, ante un inquilino problemático, el arrendador puede finalizar el contrato antes del plazo marcado si se producen actividades molestas, insalubres, peligrosas, nocivas o ilícitas.

Lamentablemente, no siempre es posible lograr que el compañero conflictivo se marche o bien puede llevarnos mucho tiempo y disgustos, por lo que a veces la mejor opción es buscarnos nosotros otro lugar. Si has llegado a ese punto, recuerda que tenemos una guía con las mejores páginas y apps para encontrar piso compartido.

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Quién tiene que mediar, ¿el arrendador o los inquilinos?

Lo primero que hay que hacer es intentar hablar y negociar con el compañero de piso conflictivo para resolver el problema por las buenas.

Si esto no funciona, toca hablar con el arrendador; a partir de ese momento, el propietario, a través de un burofax con acuse de recibo y certificado de contenido, contactará con el inquilino conflictivo haciéndole saber que ha recibido quejas de sus compañeros de piso y advirtiéndole que, si no cambia su comportamiento, emprenderá acciones legales.

Recuerda que el incumplimiento del contrato por cualquiera de las partes, tanto del arrendatario como del arrendador, dará derecho a la parte que sí está cumpliendo con el contrato a promover la resolución judicial del mismo.

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