Aunque muchas veces son los arrendadores quienes se hacen esta pregunta, hoy vamos a intentar responderla desde el punto de vista del arrendatario o inquilino, es decir, la persona que va a vivir en ese piso. ¿Merece la pena alquilar un piso con muebles o es mejor elegir un piso más barato que esté sin amueblar?
Como es lógico, cada elección tiene sus ventajas y sus inconvenientes, por lo que vamos a orientarte un poco de hacia dónde puedes tirar, de esta forma amortizarás mucho mejor tu próximo contrato de alquiler.
Qué se considera una vivienda amueblada
Seguramente te hayas topado, en las típicas webs para encontrar pisos de alquiler, con un montón de anuncios que presumen de que la vivienda está completamente amueblada. Ahora bien, debes saber que el término «amueblado» solo se puede emplear cuando la vivienda cuenta con todo lo necesario para que el inquilino pueda mudarse de manera inmediata. Vamos, que podrías vivir en ese piso con lo puesto.
Conviene que sepas esto porque si por lo que sea te interesa un piso que figura como amueblado pero que en realidad no está 100% equipado siempre podrás negociar un poquito más con el propietario (algo es algo).
Volviendo a los muebles y el equipamiento de los inmuebles «amueblados», es normal que incluyan, como parte del mobiliario:
- Cama en la habitación compuesta, como mínimo, de colchón y somier.
- Un armario o espacio de almacenaje en la habitación.
- No es obligatorio pero un escritorio y una silla siempre suman puntos.
- En función del tamaño de la cocina, puede haber una mesa con una o más sillas en ella.
- El salón debe contar, como mínimo, con un sofá o sillón.
- Es habitual que el salón o sala de estar incluya una mesa con una o más sillas.
Más allá de los muebles, lo normal al alquilar un piso amueblado es que este también incluya el equipamiento básico, el cual consta de:
- Un baño equipado con váter, ducha o bañera y un fregadero o aseo funcional. El bidé no es obligatorio pero suma puntos.
- La cocina debe incluir como mínimo nevera y congelador así como fuegos o vitrocerámica.
- El horno y el microondas no tendrían porque estar aunque son muy habituales.
- El lavavajillas no es indispensable pero suma muchos puntos. La lavadora es casi obligatoria.
Con esto sobre la mesa (nunca mejor dicho) y una vivienda de condiciones habitables, el propietario lo tendría hecho. Como es lógico, cosas como el aire acondicionado, la calefacción, un buen aislamiento térmico o incluso electrodomésticos como una televisión, lámparas o incluso un ventilador o una secadora son extras de inmenso valor, aunque no tienen por qué estar incluidos en un piso amueblado y equipado. Lo mismo que las mesitas de noche o un escritorio o una estantería.
Por lo demás, ten en cuenta que es habitual que en el contrato de alquiler figure un inventario completo con todo lo que incluye el piso. De esta manera el arrendador podrá controlar que cuando el alquiler termine todo está en su sitio, si no, podrías tener problemas para recuperar la fianza, así que mucho cuidado con ello: siempre que se rompa algo, comunícaselo al propietario por escrito (vale un correo electrónico o un whatsapp).
Qué es mejor: alquilar un piso amueblado o sin amueblar
Quizás no lo sabías pero en muchos países europeos es habitual que los pisos se alquilen sin muebles y que sea el inquilino el que se encargue de poner cosas como la cama o el sofá. En otras palabras: uno alquila el piso solo con la cocina y el baño y el resto… completamente vacío.
A pesar de que esta práctica no se estila en España debido a la peculiar situación del mercado del alquiler, sí que es cierto que hay unos pocos arrendadores que alquilan sus inmuebles sin mobiliario. Aunque se trata de algo que en un principio puede echar para atrás a muchos inquilinos lo cierto es que para ciertos perfiles es algo que puede llegar a salir a cuenta ya que, de base, un piso de alquiler sin muebles es más barato.
¿Cuándo compensa alquilar un piso sin muebles? Pues depende.
De base, si el piso te gusta y por tu situación tienes pensado quedarte al menos tres o cuatro años en el piso, es algo que puede llegar a compensarte bastante ya que podrás tener un piso amueblado a tu gusto por muy poco dinero al mes. Echa cuentas: si te ahorras al menos 30 o 40 euros al mes por alquilar un piso sin muebles, en tres o cuatro años habrás «amortizado» mobiliario por valor de 1500 o 2000 euros, una cifra más que suficiente para pagar cama, colchón, sofá, mesas, sillas, etc.
Piensa también que una vez dejes el piso tendrás a tu disposición todos los muebles comprados previamente, por lo que podrás venderlos en tiendas de segunda mano o por Internet y recuperar parte de lo invertido. Si no, siempre puedes llevarlos a tu nueva vivienda, una opción muy a tener en cuenta si dispones de transporte o si vas a mudarte a un inmueble en propiedad.
En resumen, si vas a pasar dos años o menos en el piso no te recomendaríamos que buscaras algo sin muebles, ya que no te merecerá la pena. En cambio, a partir de los dos o tres años la cosa empieza a ponerse interesante, siendo los cuatro años el verdadero punto de inflexión.
Recuerda también que siempre puedes hablar con la parte arrendadora antes de firmar el contrato para ver si está dispuesto a negociar las condiciones en base al mobiliario. Tal vez te interese pagar algo menos y comprar tú algunos muebles o si no, hacer la jugada contraria, pagar algo más pero que te añada más mobiliario o equipamiento. Todo depende del estado del piso y de cuánto tiempo estés pensando en quedarte.
Por último, también hay que pensar en todo lo que aporta poder vivir en un piso con los muebles nuevos, un extra que muchas veces no se valora como es debido. Tendremos un colchón en el que no ha dormido nadie antes, un armario a estrenar, un sofá cambiado por nosotros, un escritorio nuevo… Nuestro consejo es que uses este punto para «desempatar» en tu decisión.
Cuánto cuesta amueblar un piso de alquiler
De cara a que consigas despejar tus dudas sobre si compensa o no alquilar un piso sin muebles hemos preparado un pequeño informe que recopila los costes de amueblar un piso estándar.
Si damos por sentado que la cocina y el baño ya están equipados, puedes contar con lo siguiente para el salón:
- Un sofá: de 300 a 500 euros.
- Una mesa con un par de sillas: de 150 a 200 euros.
- Muebles auxiliares como una estantería o mesitas para la tele: de 50 a 150 euros.
Y después, por cada habitación:
- Una cama completa (con colchón, somier y estructura): de 200 a 300 euros.
- Muebles auxiliares como una cómoda o mesitas de noche: de 100 a 150 euros.
- Un armario: de 200 a 300 euros.
- Un escritorio con una silla: de 50 a 100 euros.
Por último, cuenta con unos 100 o 150 euros adicionales para hacerte con menaje de cocina, un tendedero o lo que pueda surgir.
En resumen, entrar a vivir en un piso sin muebles de una habitación te costará entre 1000 y 1500 euros adicionales, una cifra a la que habrá que sumar unos 600 euros más por cada habitación extra que haya que amueblar.
Lógicamente se trata de un presupuesto completamente orientativo, y es que por fortuna en la actualidad hay formas de amueblar un piso para todos los bolsillos. Puedes tirar de Wallapop u otras apps de segunda mano, pasarte por IKEA (el mejor amigo del inquilino) o incluso comprar los muebles en Amazon.
Cuando tengas hecho tu presupuesto divide el coste total del mobiliario entre doce e intenta estimar cuántos años estarás en el piso. A partir de ahí, echa cuentas del gasto extra que podrías asumir cada mes: a veces te saldrá a cuenta y a veces no.
¿Qué significa casa sin amueblar?
Una casa sin amueblar es aquella que no incluye los muebles indispensables para su habitabilidad. Camas, mesas, sofás o sillas no estarían incluidas. Eso sí, la cocina y el baño no se consideran parte del mobiliario, por lo que un piso sin amueblar puede incluir una cocina totalmente equipada, lo mismo sucede con el baño. Justo por eso es más interesante diferenciar entre pisos amueblados o que solo tienen la cocina equipada.
¿Cuándo un inmueble se considera semiamueblado?
Un inmueble se considera semiamueblado cuando este incluye solamente los electrodomésticos básicos (como mínimo nevera, vitrocerámica o fuegos, lavadora y termo) y al menos un lavabo completo (WC, ducha o bañera y baño). Muebles como mesas, sillas, camas y sofás no tienen por qué estar incluidas. Lo mismo que electrodomésticos de pequeño tamaño o sistemas de calefacción o aire acondicionado.
¿Cuántos juegos de llaves se le dan al inquilino?
Como mínimo se entregará un juego de llaves. A partir de ahí, todo depende de lo acordado en el contrato de arrendamiento. El inquilino tiene derecho a hacer tantas copias de los juegos de llave como desee, aunque es recomendable reflejar el número completo de juegos en el contrato.