Mudarse es un proceso que siempre es estresante. Es la típica cosa que de primeras parece sencilla y asumible pero que, sí o sí, termina complicándose. ¿A quién no le ha pasado? Empiezas a empaquetar y… resulta que tienes más cosas de las que pensabas, que no te llega con el día libre que te han dado en el trabajo, que el alquiler de la furgoneta es más caro de lo que originalmente creías, que no sabes cómo desmontar un mueble concreto, etc. En definitiva: el caos.
Al igual que sucede con la limpieza de las ventanas o con el vaciado de un piso, una mudanza es la típica cosa por la que nos puede merecer la pena pagar a alguien para que la haga. Por norma general no es tan caro como uno podría pensar y solo por el tiempo y los dolores de cabeza que nos ahorraremos es fácil que nos compense.
Así pues, en este artículo exploraremos el coste habitual de una mudanza y valoraremos qué ventajas aporta contratar este servicio a un equipo profesional. ¡Vamos al lío!
Cuánto cuesta una mudanza
El coste de una mudanza puede variar en función de varios factores, como la distancia a recorrer, la cantidad y tipo de objetos a trasladar así como los servicios adicionales que podamos requerir.
Dicho esto, el precio base de una mudanza sencilla partirá de los 200 o 250 euros. Se trata de un precio para una mudanza a realizar en una mañana. Piensa en mudarte a unas pocas calles, con unos bultos para llenar como máximo una furgoneta pequeña, en pisos con ascensor… En definitiva: nada loco.
Como es lógico, el precio base de la mudanza se irá incrementando en la medida en la que vayamos añadiendo servicios complementarios. El embalaje de cajas oscila entre los 150 y 350 euros, un precio similar al desmontaje y montaje de muebles, el cual se queda entre los 100 y los 300 euros. En caso de necesitar personal adicional, calcula como poco unos 100 euros por operario y día.
A estos costes habrá que sumarle el kilometraje, gastos de limpieza (si los hay), gastos de almacenaje (si los hay) y el factor tiempo (no es lo mismo hacer la mudanza en una tarde que tener que extenderla durante varios días). Con esto sobre la mesa, lo más normal es que una mudanza típica no baje de los 400 euros. Si vas a mudarte de una provincia a otra, será raro que baje de los 600 euros (si vas a mudarte lejos, calcula un euro por cada kilómetro extra). En caso de mudanzas internacionales nos estaremos yendo ya a los 1500 o 2000 euros como poco.
Cuándo es recomendable pagar a una empresa
Ante la pregunta de si vale la pena pagar a una empresa de mudanzas, la respuesta dependerá de varios factores. Aunque hacer una mudanza por cuenta propia puede parecer una opción más económica, no podemos obviar todo lo que ganaremos si contratamos a una empresa profesional:
- Profesionalidad: las empresas de mudanzas cuentan con personal capacitado y experimentado en el manejo de muebles y objetos delicados. Te garantizan un traslado seguro y eficiente de tus muebles.
- Ahorro de tiempo y esfuerzo: organizar y llevar a cabo una mudanza por cuenta propia es una tarea casi siempre abrumadora y que nos consumirá horas y horas de tiempo. Contratar a una empresa de mudanzas nos liberará de estas responsabilidades: podrás disfrutar de un día libre o continuar con tus ocupaciones laborales. Echa cuentas porque pagar a otro puede ser incluso rentable para ti.
- Seguro de responsabilidad civil: muchas empresas de mudanzas ofrecen seguro de responsabilidad civil, lo que proporciona protección adicional en caso de daños durante el traslado.
- Equipamiento y recursos: las empresas de mudanzas cuentan con el equipamiento y los recursos necesarios para realizar traslados de manera óptima. Esto incluye camiones especializados, material de embalaje y personal capacitado. Olvídate de alquilar tú una furgoneta, de comprar materiales de embalaje y de liar a tu primo, las empresas de mudanzas lo hacen todo.
En resumen, pagar a una empresa de mudanzas puede ser una inversión que vale la pena, especialmente para aquellos que valoran la comodidad, la seguridad y la eficiencia durante el proceso de traslado.
Cuánto se tarda en hacer una mudanza
Veamos este punto con un ejemplo. Tenemos claro que vamos a contratar a una empresa de mudanzas en Madrid. Vamos a pagar un dinero para que vengan a por nuestras cosas un martes por la mañana. Es un piso de dos habitaciones y nos mudamos de nuestro piso de alquiler social de Madrid a Alcobendas. Hemos metido nuestra ropa en maletas y los trastos de la cocina en cajas. Toca embalar libros y desmontar un par de camas, un par de mesas y varias estanterías. También queremos llevarnos el sofá.
Si contamos con la ayuda de profesionales con experiencia y equipamiento, debería poder hacerse en un solo día. Lo más habitual es contar un máximo de 2 horas por estancia. Es lo que se tarda en empacar, desmontar y vaciar todo. Un piso como el del ejemplo puede vaciarse en un periodo de entre 4 y 8 horas. Después, habría que añadir el tiempo del traslado (una hora en mudanzas urbanas) y la descarga y el montaje. Sería raro que llevara más de uno o dos días.
En cambio, si queremos hacer eso mismo por nuestra cuenta lo más normal será que nos consuma varios días. No solo porque seremos «menos manos» para desmontar los muebles, sino porque casi seguro que nos tocará hacer más viajes. A fin de cuentas, salvo que dispongamos de una furgoneta o pequeño camión, no quedará otra que apelotonar todo en el coche o alquilar una furgoneta más pequeña que las que habitualmente emplean las empresas de mudanzas. Es muy, muy difícil que una o dos personas puedan siquiera acercarse a los tiempos de los profesionales. No olvidemos que ellos llevan cientos (sino miles) de mudanzas a sus espaldas.
Cómo hacer una mudanza por tu cuenta: 5 consejos de utilidad
Para aquellos que optan por hacer una mudanza por cuenta propia, aquí hay algunos consejos a tener en cuenta:
- Planifícate: planificar con anticipación puede ayudarte a evitar contratiempos y así asegurar un traslado libre de problemas. Nuestro consejo es que hagas una lista de tareas y establezcas un pequeño cronograma («el lunes desmontar el sofá», «el martes vaciar los armarios», etc.).
- Usa un embalaje adecuado: utiliza materiales de embalaje adecuados, como cajas de cartón resistentes, papel de burbujas y cinta adhesiva. No escatimes en ello, si tienes que hacer una compra en Leroy Merlin, hazla. Te servirá para proteger tus pertenencias durante el traslado y para cargar mejor los distintos bultos.
- Etiqueta las cosas: identifica cada caja con su contenido y/o la habitación de destino, esto facilitará todo el proceso de desembalaje.
- Organiza tus documentos: es importante que mantengas a mano esos documentos más importantes, como contratos de alquiler o hipoteca. Que puedas acceder a ellos sin dificultad es algo más valioso de lo que crees.
- Solicitar ayuda: no tengas miedo de pedir ayuda a amigos o familiares. La ayuda adicional puede hacer que el traslado sea más rápido y eficiente. Si tienes dudas piensa que ellos harían lo mismo (guiño, guiño).