Los arreglos dentro de una vivienda de alquiler siempre generan ciertos miedos y dudas. Conocer quién debe hacerse cargo de ellos puede ser un terreno complejo y pantanoso. Si bien algunos desembolsos mayores parecen fáciles de solventar (el frigorífico, la lavadora…), no ocurre lo mismo con otros de calado más reducido como la cisterna del baño.
Qué dice la ley
En este caso, debemos ser claros y concisos: el arreglo de una cisterna que pierde agua no está encajado en la lista de averías que debe asumir el propietario. Y esto se debe a que, por norma general, se produce como consecuencia del desgaste que se genera en el sistema de descarga por su uso habitual.
Artículo 21 de la LAU – Conservación de la vivienda
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4. Las pequeñas reparaciones que exija el desgaste por el uso ordinario de la vivienda serán de cargo del arrendatario.
En este caso, sólo habrá que tener claro el concepto ambiguo de «pequeña reparación». Se trata de un factor determinante para repercutir el importe en una parte o en la otra y, aunque oficialmente no está establecido, de manera usual se interpretan los 150€ de desembolso como valor límite para sumir el gasto o solicitarlo al propietario.
Así pues, si el la avería surge de forma espontánea y el arreglo no supera los 150€, la ley deriva en el inquilino las obras de reparación. En el caso de que un sólo de los supuestos no se cumpla, será el propietario el que deba llevarla a cabo.
Cuánto cuesta arreglar una fuga en la cisterna
El precio de un sistema completo de cisterna puede variar significativamente dependiendo de varios factores, entre los que destacamos el tipo elegido; por ejemplo, los de de doble descarga y los de bajo de bajo consumo de agua son sensiblemente más caros. Además, en función de la marca y la calidad de los materiales, es posible que el importe abonar se multiplique exponencialmente.
No obstante, en general, podemos decir que los sistemas completos de cisterna pueden tener un rango de precios que va desde aproximadamente 20€ hasta 200€ ó más, dependiendo de los factores mencionados anteriormente. No obstante, rara vez un mecanismo de los instalados en la mayoría de las viviendas y hogares españoles suelen pasar de los 30€ ó 40€, por lo que, obviamente, es una reparación menor y que, además, conviene realizar, ya que los gastos que pueden generarse en la factura del agua son infinitamente mayores; además, el desperdicio producido, en estos tiempos de conciencia ecológica, no es justificable bajo ningún concepto.
Quién debe arreglar una cisterna que gotea
Como acabamos de decir, por norma general, en el arrendatario (forma parte de la lista completa de arreglos que tiene que asumir el inquilino), y los motivos que justifican este hecho son dos:
- Por un lado, se entiende que el goteo de una cisterna se produce como consecuencia del uso habitual y normal de la vivienda. Las repetidas descargas pueden generar desgastes interiores en el sistema y, en consecuencia hacer que éste termine fallando y que se produzcan leves goteos. Por lo tanto, como se ha dicho previamente, la mayoría de los arreglos de averías que se derivan de un uso normal y razonable de la casa deben ser asumidos por el inquilino.
- Por otro lado, hemos dicho que el importe del arreglo es bajo, de unos 50€ ó menos. Incluso en el caso de que se contratase a un especialista, muy difícilmente se pasarían los 150€ que antes citábamos y que podrían hacer viable tratar de repercutir el gasto en la propiedad.
Cómo cambiar el sistema de una cisterna paso a paso
Al igual que reparar un wc atascado, solucionar las fugas de de una cisterna es algo relativamente sencillo que se puede realizar sin ayuda de profesionales. Los pasos esenciales son los siguientes:
- Apagar el suministro de agua. Antes de comenzar, es importante cerrar las válvulas de suministro de agua a la cisterna. En este caso, por norma general, dos serán las que haya que cortar, por un lado la toma de agua general del baño y, por otro, la propia llave de la cisterna en sí.
- Vaciar la cisterna. Tirar de la cadena o la palanca de descarga para vaciar todo el agua de la cisterna y, así, poder operar con comodidad.
- Desmontar el mecanismo viejo. Retirar la tapa de la cisterna y desmontar el mecanismo antiguo. Esto, generalmente, implicará desconectar la cadena o el cable que conecta la palanca de descarga al mecanismo de llenado y de descarga. En función del tipo de sistema que se tenga, para acceder a la cisterna habrá que desenroscar la cadena o quitar algún tipo de sellantes que, a veces, se ponen en la tapa.
- Instalar el nuevo mecanismo. Como es lógico, es imprescindible seguir las instrucciones que vengan con el nuevo sistema. Esto incluirá fijar el mecanismo de llenado en su lugar y conectar la cadena o el cable de la palanca de descarga al mecanismo de descarga.
- Ajustar la altura del agua. Algunos sistemas de cisterna permiten ajustar la altura del agua. Por norma general incluyen una boya (una pelota de polexpán) que flota en el agua de la cisterna y, al llevar a una altura bloquea el suministro de agua; regular la altura a la que se producirá el cierre del suministro es esencial.
- Revisar las conexiones. Una vez que el nuevo sistema esté instalado, se deben revisar todas las conexiones para asegurarte de que estén apretadas y selladas correctamente. Para ello habrá que envolver en teflón todas las uniones susceptibles de goteo.
- Encender el suministro de agua. Sin colocar la tapa de nuevo, se debe abrir lentamente la válvula de suministro de agua a la cisterna y deja que se llene. Así se comprobará que el sistema actúa adecuadamente y que no hay fugas. Es importante subrayar que no se debe activar el flujo de agua de forma súbita, ya que una entrada de agua excesiva de golpe puede generar una presión alta en la red y provocar roturas.
- Probar el nuevo sistema. Tirar de la cadena o la palanca de descarga varias veces para asegurarte de que el nuevo sistema funcione correctamente. Éste será el momento de realizar los ajustes que sean necesarios.
- Colocar la tapa de la cisterna. Una vez que se esté seguro de que todo funciona correctamente, se podrá dar por finalizado el trabajo y por ello, colocar la tapa de la cisterna.