Cómo desinfectar un piso de alquiler: guía completa de limpieza

Para desinfectar una vivienda se pueden utilizar tanto productos químicos industriales como otros elaborados de manera natural.

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La limpieza e higiene dentro de una vivienda es un aspecto que todo habitante (sea en régimen de propiedad o de alquiler) debe priorizar. En el contexto actual, la desinfección de los espacios dedicados a la residencia es, si cabe, aún más importante que nunca para, así, garantizar la salud y seguridad de las personas que los habitan. Tanto si vives en un piso de alquiler, como si eres el propietario o arrendador de uno, es crucial que sepas cómo desinfectarlo de manera efectiva para evitar la propagación de gérmenes y virus.

Por qué es importante desinfectar una vivienda

Desinfectar y limpiar un piso que se va a poner en alquiler es una de las principales preocupaciones que ha de tener la parte arrendadora, ya que si el inmueble no está presentable o se encuentra sucio, podrá dar pie a que el futuro inquilino intente conseguir una rebaja en el importe de la renta. Del mismo modo, en el caso de un arrendatario saliente, este debe tener presente que ha de devolver la vivienda en el mismo estado en que se la encontró, por lo que si fuera necesario, deberá encargarse de pintar paredes y techos y llevar a cabo una limpieza y desinfección profunda de todas las estancias. Recordemos que, de no cumplirse con esta condición a la hora de abandonar la vivienda alquilada, el propietario está autorizado para retraer del importe de la fianza la cantidad equivalente a contratar a una empresa externa que lleve a cabo las tareas de higienización del inmueble.

Pero, independientemente de las cuestiones legales, existen otras (que tienen que ver con la salud) que aconsejan a todo inquilino a llevar procesos de limpieza profunda de manera periódica.

Enumeramos algunas:

  • Prevenir la propagación de enfermedades. Las superficies y objetos en una vivienda pueden estar contaminados con gérmenes y bacterias que causan afecciones como la gripe o las derivadas de infecciones producidas por la Salmonella y Escherichia Coli (E. coli). Evidentemente, eliminando la presencia de estos agentes propagadores de enfermedades, limitaremos la posibilidad de contagio.
  • Proteger a las personas vulnerables. Las personas mayores, los niños pequeños y aquellos con sistemas inmunológicos debilitados son más susceptibles a enfermarse por los gérmenes en una vivienda. Por lo tanto, será esencial tener una adecuada limpieza y desinfección de la vivienda en el caso de que estas personas especialmente sensibles habiten la casa
  • Eliminar los olores desagradables. Normalmente, están causados por la presencia de hongos, por lo que una desinfección adecuada puede ayudar a eliminar estos malos olores, dejando la vivienda con un aroma fresco y limpio.
  • Mantener una buena higiene. Una vivienda limpia y desinfectada no solo es más agradable a la vista, sino que también puede promover la salud y el bienestar de los residentes.

Productos a utilizar para desinfectar un inmueble

Productos naturales

Una opción natural y efectiva para limpiar un piso es utilizar vinagre blanco. Se trata de un excelente desinfectante natural que también ayuda a eliminar los malos olores. Para utilizarlo, mezcla partes iguales de vinagre blanco y agua en un cubo y aplica con una fregona.

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Otro producto natural que puedes utilizar es el bicarbonato de sodio. Es un producto versátil que ayuda a desodorizar, eliminar manchas y desinfectar. Para utilizarlo, espolvorea bicarbonato de sodio sobre en las superficies a limpiar y frota suavemente con un paño de microfibra húmedo. Déjalo actuar durante unos minutos y luego enjuaga con agua limpia.

Por último, si deseas agregar un aroma fresco y agradable a la vivienda después de desinfectarla, puedes utilizar aceites esenciales, que, además, tienen propiedades antibacterianas y antivirales. Puedes, incluso, agregar unas gotas de aceite esencial de limón, lavanda o eucalipto a un difusor con agua para que el aroma se difunda por todo el inmueble.

Productos industriales

Además de las opciones naturales mencionadas anteriormente, también existen productos industriales para desinfectar un piso de alquiler. Estos productos suelen ser más potentes y efectivos, pero, por contra, también pueden ser más caros y, además, pueden contener químicos que pueden resultar dañinos si no se utilizan adecuadamente.

Los más comunes son los siguientes:

  • Lejía. Se utiliza comúnmente para desinfectar superficies (suelos, paredes, grifos…). Es eficaz para eliminar bacterias, virus y hongos, pero debe usarse con precaución, ya que puede ser corrosiva y producir gases tóxicos si se mezcla con otros productos químicos.
  • Alcohol. Es eficaz contra bacterias y virus, pero debe advertirse que se trata de un producto inflamable y que, por tanto, debe utilizarse con cuidado.
  • Amonio cuaternario. Es un compuesto químico utilizado sobre todo en entornos de atención médica. Como todos los mencionados, es eficaz para matar bacterias y virus, pero puede ser tóxico si se ingiere o inhala.
  • Peróxido de hidrógeno. Es menos irritante que la lejía y el amonio cuaternario, pero aún así debe manejarse con precaución.

Dado que se trata de productos que, en ocasiones, son corrosivos o pueden generar reacción en la piel y órganos (ojos, fosas nasales…) de aquellos que los están empleando, es importante recordar que se deben leer las instrucciones del producto cuidadosamente antes de utilizarlos. Se ha de ser especialmente meticuloso en lo referente a las instrucciones de dilución y tiempo de contacto para asegurarse de que el producto sea efectivo y seguro para su uso en el hogar. Además, se recomienda utilizar, siempre, guantes y algún tipo de protección para los ojos durante el uso.

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Zonas de la casa que han de ser desinfectadas

Cuartos húmedos: baños y cocinas

Los baños y la cocina son áreas en el hogar que necesitan una limpieza y desinfección más frecuente debido a su uso diario y su exposición a la humedad y los alimentos. Es importante recordar que se trata de las estancias en las que se concentran la gran mayoría de las bacterias, virus y hongos que pueden encontrarse en cualquier hogar.

En ese sentido, de cara a mantener las superficies limpias (estén estas alicatadas o no), lo más útil es emplear una máquina de vapor, ya que, además de ser una excelente manera de dejar paredes y suelos limpios, elimina de forma rápida la presencia de cualquier tipo de microorganismo. Si no dispone de una, siempre se puede usar agua templada con bicarbonato; mojando una bayeta con esta disolución, podremos frotar cualquier superficie revestida de azulejos o losetas asegurando, así, su desinfección.

También es importante limpiar y desinfectar regularmente las superficies de los elementos de uso cotidiano en el baño y la cocina como el inodoro, el lavabo, la bañera, el fregadero o la ducha, para, así, evitar la acumulación de bacterias y gérmenes. Se debe prestar atención especial a las áreas de difícil acceso (detrás del inodoro y debajo del lavabo, por ejemplo). Estas zonas tienden a acumular polvo, suciedad y gérmenes, lo que las convierte en un lugar ideal para el crecimiento de bacterias y moho.

En el caso de los grifos, será recomendable emplear sustancias antical, ya que, debido al prolongado contacto con el agua, suelen ser elementos que tienden a terminar adquiriendo un color blanquecino y mate propio de los objetos que acumulan cal.

En lo referente al mobiliario de la cocina, debido a la presencia de los gases y vapores que se generan al cocinar, conviene utilizar productos específicos antigrasas. Normalmente, se trata de sustancias que han de dejarse actuar durante media hora antes de retirarlas para que hagan su efecto. Eso sí, no suelen ser aptos para superficies de madera, que habrán de ser limpiadas con jabón diluido en agua.

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Por último, de cara a evitar los malos olores derivados de la humedad, sobre todo en el caso de que se utilicen como zonas de la casa en que tender la ropa, baños y cocinas han de estar bien ventilados de forma continuada, por lo que será necesario abrir las ventanas con frecuencia.

Elementos textiles y tapizados: sofás, moquetas, alfombras y colchones

Lo primero que se hacer, es aspirar toda la superficie para eliminar cualquier rastro de suciedad (polvo y restos de alimentos o pelos de mascotas). En el caso de que haya manchas localizadas, las atacaremos con un producto adecuado, ya que, de no hacerlo, es muy probable que persistan a la aplicación de un limpiador genérico; en estos casos, insistimos, deberemos aplicar quitamanchas más potentes. Eso sí, con cuidado de comprobar que sean compatibles con el tejido a tratar (algunos de estos productos pueden dañar las fibras, apagando su color o generando pequeñas roturas). En este sentido, para evitar contratiempos que no tengan solución a posteriori, es sensato hacer una prueba en una pequeña zona oculta antes de aplicar el producto en toda la superficie.

Tras haber eliminado los restos de polvo y suciedad, trataremos la superficie utilizando limpiadores desinfectantes específicos para textiles y tapizados. De nuevo, se trata, por regla general, de productos que requieren de tiempo de acción para ser efectivos, por lo que es importante dejar actuar el producto según las indicaciones del fabricante. Finalmente, se debe aclarar con agua y secar completamente para evitar la proliferación de moho y humedad.

Por supuesto, no hace falta decir que, en el caso de que los elementos tapizados sean extraíbles (por ejemplo en las fundas de un sofá o colchón), lo más efectivo será lavarlos en lavadora utilizando un programa específico para este tipo de tejidos.

Suelos

El procedimiento es relativamente similar al proceder que hemos indicado para los elementos textiles y tapizados:

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  • Limpiar el suelo con una aspiradora o escoba para eliminar cualquier suciedad o polvo.
  • Preparar la solución desinfectante. Lo más habitual será mezclar agua y un producto específico para suelos o lejía.
  • Aplicar la solución con una fregona, asegurándose de cubrir todas las áreas.
  • Dejar actuar el tiempo recomendado por el fabricante.
  • Enjuagar con agua limpia para eliminar cualquier residuo del producto desinfectante.
  • Secar el suelo completamente con un paño o mopa para evitar la proliferación de moho y humedad.

Otros elementos

Con respecto al resto de elementos de la vivienda que pueden ser desinfectados, debemos prestar especial atención a aquellos en los que empleamos las manos para utilizarlos, ya que pueden ser vectores de contagio de enfermedades y de transmisión de gérmenes y bacterias. Destacamos los cristales de puertas y ventanas, así como los pomos de los mismos elementos, los enchufes, los interruptores, el telefonillo y los puntos de luz.

Para la limpieza de estos objetos podremos emplear productos multiusos o una mezcla de amoniaco diluido en baja proporción en agua.

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