Decir que el precio de la luz sube a precios desorbitados no es ninguna novedad. Muchos hogares se están viendo en la tesitura de reducir el consumo lo máximo posible o incluso modificar sus tarifas para así poder ahorrar en la factura de la luz.
La buena noticia es que este ahorro puede maximizarse si ajustamos el término de potencia de la vivienda a las necesidades energéticas reales, algo que puede hacerse de manera muy sencilla. Eso sí, hay que tener en cuenta que este trámite solo puede realizarlo el titular del contrato de la luz, por lo que si eres inquilino y la luz todavía está a nombre de tu casero, es posible que la cosa se te complique un poco (y eso que siempre repetiremos que es mejor que la luz esté a nombre del arrendatario).
Sea como sea, a continuación de contamos con todo lujo de detalles cómo bajar el término de potencia de la luz en un piso de alquiler, cómo se hace y quién lo hace.
Qué es el término de potencia de la luz
El término de potencia de la luz es el precio que pagas por la potencia eléctrica contratada para tu instalación. Dicho de otra manera, es la cantidad de energía máxima «simultánea» que la instalación es capaz de soportar y que contratas en función de tu consumo. El término de potencia contratada es independiente de tu consumo de energía.
Dicho de manera simple, es todo lo que puedes enchufar al mismo tiempo en la instalación eléctrica del inmueble. Un término de potencia bajo solo te permitirá tener, por ejemplo, una lavadora y las luces. En cambio, un término de potencia alto te dejará poner la lavadora, encender las luces y también conectar el aire acondicionado, el lavavajillas o el horno, todo al mismo tiempo. Si la potencia contratada es muy baja, saltará el diferencial de la luz. Si en cambio la potencia contratada es alta, será raro que tengas problemas con el diferencial.
El importe del término de potencia se obtiene multiplicando la potencia contratada por el período de facturación y por el precio del término de potencia, que dependerá de cada tipo de tarifa. Así, este precio depende de la tarifa escogida y se puede identificar en cualquier factura en el concepto «Potencia contratada» o «Término de potencia».
Cómo bajar el término de potencia de la luz en un piso de alquiler
Para modificar el término de potencia en un piso de alquiler, primero hay que comprobar la tarifa contratada y calcular la potencia que realmente necesita el inmueble según sus características. Una vez calculado el nuevo término de potencia, sería tan sencillo como contactar con la compañía para cambiar de tarifa.
Pero, ¿quién se encarga de estos trámites? Lo más habitual es que la tarifa de la luz esté a nombre del propietario aunque la factura se domicilie a la cuenta bancaria del inquilino. No obstante, lo que más beneficia a ambas partes —y que es necesario para que el inquilino realice cualquier cambio en el suministro— es que el contrato de suministro esté a nombre del habitante del piso.
Esto significa que el inquilino puede llevar a cabo todas las gestiones y cambios que considere oportunos para ajustar el suministro de la luz a sus hábitos de consumo, a la par que el propietario no será responsable frente a la comercializadora en caso de impagos.
Así pues, el inquilino puede solicitar un cambio de tarifa para bajar el término de potencia de la luz si lo considera oportuno. Pero, para ello, primero debe cambiar la titularidad. Para ello, sólo hay que llamar a la comercializadora y aportar los siguientes datos:
- Los datos del titular del suministro.
- La dirección de la vivienda.
- La potencia contratada.
- El CUPS (Código Universal del Punto de Suministro).
- La cuenta bancaria a la que se domicilian las facturas.
En ocasiones, la comercializadora también puede solicitar una autorización firmada del antiguo titular del contrato. Todo este trámite es completamente gratuito y se hace patente en un plazo de entre 15 y 20 días. Ten en cuenta eso sí que solo podrás hacerlo una vez al año.
Quién tiene que bajar el término de potencia en un piso de alquiler
El responsable de ejecutar este trámite será siempre el titular del contrato de luz. Si vives de alquiler y la luz sigue a nombre de tu casero, tendrás que ponerte en contacto con él para que llame a la compañía y realice el trámite por ti.
Si eres inquilino y la luz está a tu nombre, puedes hacerlo por tu cuenta. En ningún caso será necesario que le pidas permiso al propietario del piso: tú eres el titular del contrato de luz, tú mandas.
¿Cuánto me ahorro por bajar la potencia?
De media, por cada kW de potencia que bajes es posible ahorrar entre 50 y 60 euros al año en la factura de la luz. Lógicamente esto dependerá también del tipo de contrato que tengamos con la compañía de la luz.
¿Qué se necesita para bajar al potencia?
Para bajar la potencia contratada vas a necesitar los datos del titular, la dirección del suministro, el CUPS (Código Universal del Punto de Suministro), la potencia a contratas y la cuanta bancaria en la que se domicilian las facturas. Es recomendable tener a mano una factura por si se nos solicita algún dato adicional.
¿Quién paga el aumento de potencia, el inquilino o el propietario?
Todos los gastos del suministro eléctrico serán responsabilidad del titular del contrato con la compañía de la luz. Siempre será el titular del suministro quien pague por los gastos ocasionados de aumentar o disminuir la potencia. Justamente por eso se recomienda poner el contrato de la luz siempre a nombre del inquilino.