Cuando vivimos de alquiler, sobre todo si el piso tiene algunos años, empezamos a detectar determinados elementos que nos gustaría cambiar. Quizá los suelos tengan un aspecto algo anticuado o los azulejos de la cocina presenten un estampado que, hoy en día, no resulta estético. Los baños, por su parte, especialmente desde que recientemente se han incorporado medidas de accesibilidad, son habitaciones que acusan mucho el paso del tiempo. Su mobiliario, visualmente y a nivel de estilo, envejece fácilmente y, dado su reducido tamaño, pudiera parecer que poco margen de mejora o reforma hay si no se emprenden obras de calado. Sin embargo, modificando algunos elementos de un baño, el aspecto renovado y moderno que podemos llegar a conseguir es realmente sorprendente.
¿Es posible reformar un baño sin hacer obras?
Aunque, inicialmente, al pensar en las maneras en que se puede renovar la imagen de un baño, siempre pensemos, de forma inmediata, en cambios que implican obras profundas (sustituir la bañera por una ducha, cambiar las solerías y los azulejos de las paredes…), la realidad es que es posible reformar un baño sin necesidad estas. En la actualidad, existen muchos cambios parciales que permitirán dar un nuevo look a un baño ubicado en un piso de alquiler sin tener que llegar a intervenciones que requieran de una cuadrilla de trabajo. Las opciones son múltiples y van desde cambios cosméticos hasta la instalación de nuevos elementos, como la grifería, los accesorios, el espejo y la iluminación, entre otros. Además, se pueden colocar nuevos revestimientos para paredes y suelos, como papel tapiz o vinilos adhesivos que imitan la apariencia de materiales más caros, como la piedra o el mármol, y que se pueden eliminar pasado un tiempo sin dejar residuos.
Tips para reformar un baño sin hacer obras
Cambiar algunos muebles
Si, por ejemplo, el mueble del lavabo tiene una imagen anticuada, no te gusta o, simplemente, acusa el paso del tiempo y tiene demasiados arañazos o desconchones, existe la posibilidad de que llegues a un acuerdo con el propietario. Puedes proponerle cambiar el mueble por uno de tu elección; obviamente, podrías ofrecerle dejar el mueble en el piso cuando te mudes a cambio de una reducción en el alquiler en una o varias mensualidades (esta sería una buena forma de conseguir una rebaja en el alquiler a cambio de realizar reformas en la vivienda).
Ten en cuenta que el mueble del lavabo es uno de los elementos más importantes y utilizados en el baño, por lo que vale la pena hacer un esfuerzo por actualizarlo y, precisamente por ello, es muy probable que tu casero sea favorable al cambio. Además, el mismo planteamiento se puede hacer con el resto del mobiliario del baño: estanterías y repisas, armarios de pared, cajoneras o taburetes, entre otros.
Sustituir la mampara o la cortina de la ducha
Al igual que ocurre con el mueble del lavabo, la mampara de la ducha es uno de los elementos que, visualmente, más impacto tiene en un baño. Por lo tanto, si está muy desgastada o dañada (presenta zonas mate o partes en las que el moho se ha hecho presente), no dudes en cambiarla por una nueva; una renovación en este elemento puede suponer una gran diferencia en la apariencia del baño. En la actualidad existen mamparas de todo tipo, desde aquellas que son totalmente transparentes a otras que presentan relieves o serigrafías en su superficie; elegir una u otra quedará a tu elección y al acuerdo con tu casero. Y, por supuesto, si el modelo que eliges se sube un poco de precio, de nuevo, puedes negociar con el propietario un descuento en la mensualidad.
Lo mismo podemos decir de las cortinas de ducha. Con el paso del tiempo, las cortinas se estropean: se vuelven rígidas o acumulan moho en la parte inferior, lo que les da un aspecto negruzco y poco salubre. Así pues, cambiarlas no será sólo una cuestión estética sino, también, de higiene.
Pintar las paredes
La forma más sencilla de darle un nuevo aspecto a un baño es cambiar el color de paredes y techos. Aunque es cierto que muchos tienen parte de sus superficies cubiertas por azulejos, cambiar la tonalidad de aquellas zonas que permanezcan desnudas generará una imagen totalmente renovada. La pintura es una opción económica y sencilla y nunca supone un cambio definitivo, por lo que puedes pintar cada cierto tiempo. Además, puedes dejarte llevar por la creatividad, incluyendo, por ejemplo, cenefas adhesivas o pintando elementos decorativos que le den un aspecto personal a esta estancia de tu vivienda; para ello, en el mercado existen muchas plantillas con diferentes temáticas que puedes utilizar y que dan muy buen resultado. Eso sí, asegúrate, siempre, de elegir una pintura resistente a la humedad y que sea fácil de limpiar.
Cambiar la grifería
Los grifos son elementos que se usan a diario, lo que deriva en desgastes estéticos y en fugas (lo que repercute directamente en la factura del agua); si este es el caso, quizá sea el momento de sustituirlos y aprovechar, a la vez, para buscar uno que se adapte a tus necesidades y gustos. Por ejemplo, si decides cambiar la grifería de la ducha, es posible que te decantes por una columna de masaje en lugar de por un grifo convencional. Además, la instalación de estos elementos es relativamente sencilla, por lo que puedes intentar hacerla tú mismo, lo que supondrá un ahorro considerable, ya que un fontanero especializado cobrará por un trabajo como este unos 100€ de media.
Renovar el lavabo o el asiento del inodoro
Los baños, como el resto de habitaciones de una vivienda, no permanecen ajenos a los vaivenes de las modas. Los inodoros y lavabos, al ser elementos muy durables y resistentes, por norma general, tienden a permanecer inalterados durante los años y sólo se renuevan en el caso de que se encare una reforma global de la vivienda. Sustituirlos puede ser una buena forma de generar un look moderno en un piso de alquiler que se haya construido hace 20 ó 30 años; en estos, los colores y formas de los muebles fijos de los cuartos húmedos responden a una estética que, a día de hoy, nos parece desfasada. Eso sí, modificar este tipo de elementos puede ser considerado, en algunos casos, una reforma que requiera del acuerdo del propietario y, ejecutarla sin su consentimiento, podría ser un motivo por el que no te devolvieran la fianza al terminar el contrato.
El asiento del inodoro, sin embargo, es un elemento que sí tiende a romperse, a quedar holguero o a que sus fijaciones den de sí. Quizá renovándolo podamos dar un lavado de cara a un baño sin la necesidad de cambiar sus elementos fijos.
Mejorar a iluminación
La diferencia entre un baño luminoso y otro oscuro es diferencial. Una misma estancia con una iluminación adecuada puede parecer sensiblemente mayor, lo cual es muy recomendable en aseos y cuartos de baño que, por norma general, suelen pecar de reducidos y en los que, por ejemplo, para maquillarse o exfoliarse el rostro, se requiere de luminosidad.
Analizar la disposición actual de las lámparas será el primer paso a dar junto con valorar un cambio de bombillas (no sólo del tipo sino, también, del color de luz que emitan, más frío o más cálido). Tras esto, habrá que plantear los cambios que quieras llevar a cabo. Piensa que no es necesario cambiar la instalación de luz del baño, sino que, simplemente, se pueden incluir puntos de luz enchufables adicionales o lámparas de pie.
Colocar un espejo
Los espejos dotan de profundidad a cualquier estancia y hacen que esta parezca más grande de lo que, en realidad, es. Además, al reflejar la iluminación, consiguen que el ambiente sea más luminoso incluso si no hemos cambiado las lámparas del baño. Por lo tanto, disponer un nuevo espejo, o cambiar el que hubiera, parece siempre una buena opción. Puedes elegir entre espejos de pared o de suelo, con marco y sin él, de estilo moderno o tradicional… Como ves, las opciones son múltiples. Eso sí, si te planteas poner uno nuevo en unas paredes recubiertas de azulejos, quizá debas plantearte las alternativas que tienes para colocar espejos y cuadros sin hacer agujeros.
Agregar plantas
Las plantas son una estupenda forma de darle un toque natural y fresco al baño. Transmiten paz y modernidad. Por lo tanto, disponer algunas (sin saturar el espacio), hará que la estancia gane carácter y se convierta en una habitación con personalidad propia.
Eso sí, debes tener en cuenta que no todas las plantas son aptas para un baño. Debes elegir una que prospere en ambientes húmedos, de poca luz y en los que, en determinados momentos, la temperatura sea alta. Las más adecuadas para estas circunstancias son las de origen tropical como los helechos y las plantas de serpiente.
Poner nuevas estanterías abiertas y cestas
A menudo, nos resistimos a colocar demasiados muebles en un baño porque, como venimos diciendo, se trata de un espacio reducido. Sin embargo, al hacerlo, sacrificamos su capacidad de almacenamiento. Una solución intermedia, efectiva y atractiva para pisos de alquiler son las estanterías abiertas y cestas. Estas permiten almacenar toallas y otras prendas de baño sin ocupar demasiado espacio. Además, siempre puedes elegir entre modelos empotrados que no lleguen hasta el suelo o estanterías más completas que sean independientes.
Tapizar el suelo con alfombras
Cambiar la solería de un baño es una de las reformas que un inquilino puede realizar en una vivienda siempre que se tenga el consentimiento expreso del propietario. Evidentemente, una modificación de los suelos supondrá un cambio radical en la imagen del baño, pero, si el arrendador no está de acuerdo o no queremos asumir el coste que supone, siempre podemos cubrir el suelo con alfombras o, incluso, con piezas de césped artificial.
Una alfombra de baño suave y cómoda puede ser una buena forma de conseguir una superficie acogedora sobre la que pisar. Eso sí, debido a la humedad a la que se verá sometida, conviene que elemento tapizante sea resistente, en caso de que se moje, y fácil de limpiar.